Expedientes desclasificados. Persecución Ovni sobre el Pirineo

El año de los avistamientos

Año 1968, en los diarios españoles se habla casi todas las semanas de avistamientos ovni en muchos y diversos puntos geográficos del país. Una oleada de objetos voladores no identificados son vistos por miles de personas que reportan sus experiencias a los periodistas. Pero de entre todos ellos, hoy os hablaré del que quizás fue el más espectacular y del que el Ejército del Aire abrió una investigación secreta, puesto que un piloto de combate español persiguió a aquel artefacto…

Todo ocurrió en 17 de mayo. Cientos de personas observaron sobre los cielos catalanes un extraño fenómeno luminoso. Un par de días antes, el mismo fenómeno había sido contemplado por muchísima gente en la capital del país. Los objetos eran enormes y tenían forma piramidal, reluciendo a gran altura sobre el cielo azul.

A las 10.40h, un eco no identificado es detectado en los radares de la Estación de Vigilancia de Calatayud(Zaragoza). El artefacto se encontraba sobre la vertical del Pirineo, a la altura de Lleida. Según el informe del caso, que fue desclasificado en 1992, se dio orden para que el capitán José Joaquín Vasco despegara desde la base de Torrejón en misión de emergencia con objeto de identificar el artefacto.

Eran las 10.55 de la mañana y Vasco despegó con su Sabre F-86.

A casi dos mil kilómetros por hora, los operadores del radar guiaron al capitán Vasco hacia el objeto no identificado. Cuando el F-86 se encontraba a unos 20 kilómetros del artefacto, el piloto lo localizó visualmente. Se encontraba a quince mil metros de altura.

No podía dar crédito, ante él se encontraba un objeto extraordinariamente brillante con forma de punta de lanza. El avión disponía de equipos de fotografía y el capitán Vasco se dispuso a aproximarse para fotografiarlo. Sin embargo, cuando el F-86 se aproximó, el objeto se proyectó hacia arriba a gran altura y velocidad. El piloto subió tras él hasta el tope de altura que podía alcanzar el caza, que fueron unos veinte mil metros de altura. Pero aquel objeto había subido mucho más…

Comenzó una especie de juego entre el caza y el artefacto. Cada vez que el caza intentaba acercarse, el artefacto ascendía de forma automática y nunca pudo estar a menos de tres mil metros de distancia de él. Aunque lejos, el capitán logro disparar varias fotografías.

En un momento de la persecución, el motor del caza dejó de funcionar y el avión comenzó a caer peligrosamente. Sin embargo, cuando el caza se encontraba ya a muchísima distancia del objeto no identificado, el motor volvió a funcionar milagrosamente, librando al piloto del inminente accidente. En este punto se le dio la orden de regresar a la base.

Nadie conoció este expediente hasta que fue desclasificado veinticuatro años después. En el informa se asegura que las fotografías del no identificado se velaron. Algo bastante común en la desclasificación de expedientes ovni, según parece, los laboratorios del ejército era y siguen siendo bastante chapuceros en esto del revelado. ¿?¿?¿

Según los operadores del radar, aquel objeto permaneció durante siete horas más en los cielos de los Pirineos, desafiante, como a sabiendas de que nuestras más tecnológicas armas de guerra podían darle alcance ni causarle el menor daño. Otro expediente más para el olvido, puesto que nunca pudo explicarse su origen.

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Los avistamientos sobre Madrid y Barcelona del día quince, también dieron bastante que hablar. El ejército cerró el caso explicando que se trataba de globos atmosféricos soltados desde CNES, centro de investigaciones espaciales francés, ubicado en las Landas, Francia. Algo que más tarde se certificó totalmente falso.

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