El Kraken. Todo sobre los calamares gigantes.

El Kraken

Existen realmente y se conocen científicamente bajo el nombre de Architeuthis, aunque sólo hasta hace poco se ha conseguido capturar algún ejemplar. Desde el origen de la navegación en el norte de Europa se hablaba de una bestia terrible que con sus grandes tentáculos arrastraba a los navíos y sus tripulantes al fondo marino. Era el Kraken, un animal que se creía producto de la febril imaginación de los marineros… pero que se ha demostrado real desde que empezaron a encontrarse los cuerpos varados de calamares gigantes muertos en las playas.

Grabado reconstruyendo la captura de un calamar gigante en 1861.

La primera, el calamar gigante o megaluria Architeuthis dux, animal de aspecto parecido a una pota común, pero del que se han encontrado ejemplares hembras muertos de aproximadamente 15 m de longitud hasta la punta de los tentáculos. Se tiene constancia de una hembra varada en una playa neozelandesa, en el año 1887, que medía unos 18 m post mortem y más de 250 kg de peso.

Con un diámetro de hasta 25 cm, el Architeuthis dux es considerado el animal con los ojos más grandes, aunque se cree que el calamar colosal podría tenerlos aún más grande.

Por sus proporciones, los calamares gigantes fuera del agua son, de manera indiscutible, realmente pesados, sin embargo en el agua poseen una flotabilidad neutra. Esto se debe a una alta concentración de iones de amonio en sus músculos. Los iones amonio son más pesados que el agua de mar, por lo cual el animal puede mantener el nivel en el agua sin necesidad de un alto gasto energético nadando constantemente.[1] Aunque el amonio es tóxico para la mayoría de los animales, y debe ser desechado en forma de urea, o ácido úrico, el calamar de alguna forma aún desconocida para nosotros, acumula esta sustancia tóxica sin ser dañado. Por esta razón para nosotros es tóxica la carne de este cefalópodo, no en cambio para el cachalote.

Como todos los cefalópodos crece muy deprisa. Se supone que alcanzan su peso final de más de 200 kg en menos de 3 años. Según el contenido de los estómagos de los ejemplares encontrados hasta ahora su dieta parece compuesta sobre todo de peces y calamares.

Kondakovia longimana y Mesonychoteuthis hamiltoni

Hay otras especies grandes como el Architeuthis dux: el calamar verrugoso Kondakovia longimana, con un peso de hasta 30 kg y una longitud de hasta 2,4 metros, tiene ganchos en vez de ventosas. Y la cranquiluria antártica Mesonychoteuthis hamiltoni, más conocido como calamar colosal, que puede medir 20 m y llegar a pesar 500 kg. Estas dos especies viven en las polares aguas oceánicas que rodean a la Antártida considerándose que en estos moluscos la gran masa corporal es una adaptación especial para resistir mejor las aguas frías.

El calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni), también llamado cranquiluria antártica, es considerado la especie de calamar más grande, y el único miembro del género Mesonychoteuthis. Según los cálculos actuales, se estima que podría alcanzar un tamaño máximo de entre 16 y 20 m, basándose en el análisis de especímenes pequeños y sin desarrollo completo.

El peso máximo ronda los 500 kg, basándose en unos restos parciales que se encontraron en 1925 en el estómago de un cachalote, se especula que podría ser aún mayor, con 28 y aún más metros de punta a punta.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos metros están compuestos por sus dos largos tentáculos prensiles (sus ocho brazos restantes son más cortos).

Esto lo transformaría en el invertebrado más grande conocido. Hasta el momento, sólo se han descubierto 6 ejemplares de la especie.[1] El calamar colosal tiene formas y características diferentes de las del Architeuthis dux (conocido como “Calamar gigante”) y podría llegar a tamaños aún mayores que el que alcanza éste

A diferencia de otras especies de calamares gigantes que tienen ventosas alineadas con pequeños dientes, los tentáculos del Calamar Colosal terminan con una combinación de ventosas y garfios capaces de rotar 360 grados.[2] Tiene un cuerpo más ancho, más robusto, y por lo tanto más pesado, que el de otros calamares gigantes. También se sabe que tienen un manto mayor al de los otros calamares gigantes, aunque sus tentáculos serían más cortos.

El Mesonychoteuthis hamiltoni posee el pico más grande conocido entre los calamares, superando al del Architeuthis en tamaño y robustez. También se cree que el calamar colosal posee los ojos más grandes del mundo animal (incluso mayores que los del calamar gigante).

El hábitat conocido de este calamar se extiende miles de kilómetros desde norte de la Antártida hasta el sur de América del Sur, el sur de África, y el sur de Nueva Zelanda, es decir, su principal hábitat sería el Océano Glacial Antártico.

Poco se conoce sobre la vida de este animal, pero se especula con que caza presas como quetognatos y otros calamares en la profundidad del océano utilizando bioluminiscencia (posee un fotóforo sobre cada ojo). Basándose en la profundidad de la captura de algunos especímenes, así como picos encontrados en estómagos de cachalotes, el Calamar Colosal adulto llega a estar hasta por lo menos 2.200 m de profundidad, mientras que los más jóvenes van hasta 1 km de profundidad.

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Las hembras adultas son, en general, mayores en tamaño que los machos adultos como es común en varias especies de invertebrados, en especial todos los Cefalópodos. (Véase Dimorfismo sexual).

La forma de reproducción aún no ha sido observada, aunque algunos datos sobre su reproducción pueden inferirse de su anatomía. Debido a que los machos no presentan hectocotylus (un tentáculo usado por otros cefalópodos para transferir espermatóforos a la hembra), probablemente usen un pene para implantar esperma directamente en la hembra.

Muchos cachalotes llevan heridas en sus lomos que se creen causados por los garfios del calamar colosal. El calamar colosal o cranquiluria antártica es una presa común de los cachalotes del Océano Antártico; el 14% de los picos de calamares encontrados en los estómagos de cachalotes son de calamar colosal, lo que indica que el calamar colosal llega al 77% de la biomasa consumida por estas ballenas[3] Otros animales también se alimentan de este calamar, incluyendo los cetáceos como los zifios y berardios Ziphiidae y calderones Globicephala macrorhynchus, Elefantes Marinos, la merluza negra, y algunas especies de tiburones y albatros.

Sin embargo, sólo se encontraron picos de especies adultas en aquellos animales de porte suficiente como para tomar tal presa (por ejemplo, los cachalotes y los tiburones soñolientos Somniosus pacificus), mientras que otros predadores se limitan a alimentarse de crías o especímenes jóvenes.

Taningia danae

La otra especie reconocida como tal, el pulpopota o calamar gato Taningia danae, se asemeja más a una gran sepia, es de tamaño bastante más reducido que el Architeuthis (unos 350 kg) y tiene el honor de poseer los órganos luminiscentes más grandes del reino animal. En esta especie, como en el resto de su familia Octopoteuthidae, dos tentáculos se pierden durante la fase de paralarva, por lo que los adultos sólo presentan ocho brazos como los pulpos, de ahí el nombre de pulpopota.

Magnapinnidae

Una nueva especie de calamar gigante, cuyo cuerpo y tentáculos sobrepasan los siete metros, ha sido visto en distintos océanos en los últimos dos años, según un estudio de científicos estadounidenses, franceses y españoles. La observación de esta nueva especie de grandes proporciones revela lo poco que conocemos sobre los océanos y la vida que albergan, indicó Michael Vecchione, uno de los investigadores, en un artículo publicado en la revista ‘Science’.Los calamares, que han podido ser fotografiados y filmados en vídeo por primera vez, poseen unos tentáculos mucho más largos que los de cualquier especie hasta ahora conocida. Los tentáculos se mantienen en una posición peculiar, similar a la de los hilos de una marioneta. Los científicos creen que podría tratarse de ejemplares adultos de Magnapinnidae, una familia recientemente identificada de la que se conocían sólo ejemplares muy jóvenes, de menor tamaño.Diferentes expedicionesLos calamares gigantes han sido vistos por diferentes expediciones oceanográficas en aguas del Golfo de México y los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.En las investigaciones han trabajado científicos del Museo Nacional de Historia de Washington, de la Universidad de Hawai, del Centro de Ciencias Marinas de Japón y de los centros Ifremer de Francia y Ecobiomar de Vigo (España).
En varias de las observaciones, el avistamiento de los calamares gigantes ha sido posible gracias a ingenios sumergibles que pueden descender a grandes profundidades..

Reproducción

Como los grandes mamíferos (elefantes, ballenas, gorilas), los calamares se pasan su vida creciendo para madurar y reproducirse. Para determinar la edad de un calamar se estudian los huesos del oído -los estatolitos-, los órganos del equilibrio, los cuales presentan una serie de anillos concéntricos como los que presentan los troncos de los árboles; lo único que hay que hacer es contar ese número de anillos para determinar la edad de un calamar. La edad máxima que puede alcanzar es de 3 años. La tasa de crecimiento de un calamar gigante es extraordinariamente rápida. Crecen 3-5 cm/día, son el animal con la tasa de crecimiento más rápida, de ahí que en pocos años tengan ese tamaño descomunal. Como muchos peces, los calamares tienen muchas limitaciones para poder reproducirse. Si las cosas van mal un año, ya bien sea por una mala salud, malas condiciones ambientales, etc., en los siguientes años van a tener muchos problemas para poder reproducirse. Los calamares compensan esto poniendo grandes cantidades de huevos.

Los calamares gigantes, tanto del género Architeuthis Dux, como Taningea Danae, se caracterizan por tener un sistema reproductor bastante diferenciado de los demás cefalópodos. Por ello poseen un órgano copulador o pene, que puede llegar a alcanzar los 85 cm de longitud en el Taningea, y los 78 en el Architeuthis.

Según las últimas necropsias realizadas por Cepesma, estos órganos copuladores, supuestamente actúan mediante unos sistemas de presión (similares a los sistemas hidráulicos) por los cuales disparan los espermatóforos durante la cópula.

En el primer ejemplar estudiado por CEPESMA, se pueden observar estos espermatóforos incrustados en la masa muscular de los brazos del macho. En un principio, se supuso una relación sexual entre dos machos, descartándose al final, creyendo que se trata de una cópula con un una hembra en un cortejo con algún macho más.

En el caso del Taningia, no solamente posee un órgano reproductor, fácilmente visible, por encontrarse exteriorizado, teniendo este, una longitud tan larga como los brazos. También posee otro de similares características, aunque algo más pequeño (1/5 parte) dentro del manto.

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Alimentación

Aunque el calamar gigante tiene ocho brazos, son los dos tentáculos más largos los que capturar las presas, pudiendo llegar a 12 m. de largo. Cada tentáculo está equipado con ventosas, las cuales presentan una especie de anillo con dientes. Mientras que estos hacen succión, los dientes se clavan en la piel de la víctima, proporcionando así una mayor seguridad a la hora de acechar a sus presas. La boca de los calamares se parece bastante al pico de un loro. La lengua está equipada con un órgano llamado rádula, encargado de saborear la presa antes de que pase al esófago para que pueda ser digerida.

En los estudios realizados de alimentación, en sus estómagos se han encontrado un alta porcentaje de bacaladilla y otros peces. Las últimas necropsias también revelan restos de pequeños crustáceos

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