Cuando para sentir una presencia solo es necesario encender una cerilla.
Cerca de las célebres cataratas del Niágara, se encuentra un pequeño túnel al que la población local llama “screaming túnel”, o túnel de los gritos. ¿La razón?, si dentro del túnel encendemos una cerilla notaremos una presencia y escucharemos un grito desgarrador. Ánimo, sacad el fósforo.
Este peculiar lugar se encuentra en Warner Road, y es el paso peatonal bajo la línea de tren que enlaza Toronto y Nueva York muy cerca de las famosas cataratas del Niagara, y según la leyenda local, si uno enciende una cerilla en medio del túnel, se escucha de pronto un grito aterrador y estridente y casi inmediatamente, de la nada, una brisa, como si alguien soplara para intentar apagar el fuego, aparece de repente.
El origen de tan peculiar leyenda afirmada por los nativos tiene su origen más de un siglo atrás, cuando una granja colindante al túnel se incendió, y una niña envuelta en llamas corrió tratando de apagar las llamas, pero cayó muerta justo en medio del túnel.
Esta es la leyenda original, pero existen dos variantes, la primera, que la niña fue quemada por su propio padre cuando se enteró que su mujer pretendía quitarle la custodia legal de esta. Y la segunda, es que esa niña fue violada en el interior del tunerl y luego quemaron su cuerpo para evitar dejar rastro.
Sea como fuere el origen de estas leyendas, el hecho es que con el paso de las generaciones se ha ido desvirtuando, aunque lo que parece cierto es que alguien murió quemado en el interior de tan tenebroso túnel.
El túnel en si es espeluznante, e incluso en un día claro y de buen tiempo, es frecuente encontrar niebla y frías corrientes de aire en su oscuro interior.
La gente que entra, incluso la más escéptica en temas paranormales, afirma que en su interior hay algo negativo que puede sentirse, y eso junto con los casos de personas que dicen haber escuchado ese grito al hacer la prueba de encender un fósforo en su interior, hace que sea uno de los lugares más visitados aprovechando la visita a las cataratas.
El túnel se utilizó como escenario natural de la la película de 1983, “La zona muerta”, basada en un relato de Stephen King, con Christopher Walken y sigue atrayendo a visitantes, muchos de ellos acaban dando testimonio de la veracidad de la leyenda.