Los análisis podrían probar la relación filial entre el faraón y los dos fetos. Las muestras de ADN extraídas de los dos fetos descubiertos en una de las cámaras de la tumba de Tuntankamón podrían confirmar que las niñas “gemelas” eran hijas del faraón.
Las muestras de ADN tomadas a los dos misteriosos fetos momificados descubiertos en 1922 en la tumba de Tutankamón, situada en el Valle de los Reyes de Luxor (Egipto), pueden demostrar su relación filial con el Faraón Niño. Asimismo, algunos expertos han señalado que los restos pertenecen a dos “gemelas”, algo que hace años ya propuso el doctor Robert Connoly, de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), a pesar de la diferencia de tamaño existente entre ellas –una mide 25 cm y la otra 36 cm.
Además, la mayor de las dos hermanas fue momificada siguiendo el rito de embalsamamiento, tal y como demuestra la incisión de 2 cm que presenta en la zona del abdomen, mientras que la pequeña únicamente fue desecada, ya que aún conservaba parte del cordón umbilical cuando Douglas E. Derry le practicó el primer estudio en 1932.
Los dos fetos momificados estaban en el interior de una caja situada en la Cámara del Tesoro del joven faraón. La tapa, caída sobre el suelo, dejaba ver en su interior dos ataúdes de 48 cm y 58 cm, dentro de los cuales había otros dos de menor tamaño en los que reposaban dos cuerpos. En la actualidad los dos fetos están muy deteriorados. Y es que cuando fueron fotografiados por Derry su aspecto era bastante bueno, pero hoy han quedado prácticamente reducidos a un montón de astillas.
Ofrendas humanas
En el Antiguo Egipto era frecuente que los reyes se hicieran enterrar con algunos de sus hijos, tal y como demuestran las tumbas de los faraones Amenofis II y Tutmosis IV, aunque en otros casos los fetos eran depositados en los sepulcros a modo de ofrendas.