Grandes felinos en los páramos ingleses
En los años sesenta en Inglaterra ya habían sido vistos a modo de oleadas unos extraños animales parecidos a grandes felinos en libertad, sobre todo en determinados puntos de condados británicos como Exmoor o Somerset, Lo que daría lugar a la leyenda de La Bestia de Exmoor (The Black Beast of Exmoor) una extraña bestia de color negro carbón que atacaba al ganado. Poco después los avistamientos disminuyeron y durante muchos años cayeron en el olvido.
En 1983 en el condado de Somerset rodeado de las colinas de Mendip y Exmoor, un granjero de nombre Eric Ley denunció a la policía local que más de cien ovejas de su propiedad habían muerto en extrañas circunstancias. Las grandes heridas en los cadáveres indicaron que algún animal las había matado y semidevorado.
Los primeros sospechosos de la muerte de estas reses fueron los perros salvajes, asilvestrados o cimarrones, o en otros casos los lobos (hay que tener en cuenta que los lobos fueron eliminados hace tiempo de las islas británicas por completo) aunque más tarde esta teoría cayó por su propio peso. Debido a la forma tan particular de despedazar los cadáveres y a las nítidas huellas que se habían encontrado en la zona cercana a las ovejas, se fue demostrando que el autor de semejantes ataques no era ni más ni menos que alguna especie de gran felino (a juzgar por las huellas de considerable tamaño) que merodeaba por la zona.
A pesar de eso existe un “prototipo” de ABC que es el que designaremos a continuación. A menudo se le describe como un felino de gran tamaño, superior al de algunos felinos conocidos como el puma o el jaguar, de un color negro principalmente, aunque la gama va del marrón oscuro hasta el gris ceniza, pelo corto, y afilada dentadura de una longitud ligeramente superior al de los felinos conocidos.
En otras versiones también se destacan unos brillantes ojos verdes, así como una agilidad portentosa, que le permite correr a gran velocidad y realizar saltos asombrosos. Su comportamiento como el de todo los felinos, es muy cauto, aunque parecen ser menos reservados que los felinos salvajes conocidos, son cazadores activos tanto diurnos como nocturnos y generalmente suelen evitar al hombre.
Numerosas huellas han sido vistas, fotografiadas e incluso hechas moldes, desde que surgió el fenómeno de los ABC´s. En un principio fueron atribuidas a perros salvajes o lobos. Poco después y gracias a la intervención de algunos expertos en felinos se pudieron identificar correctamente como las huellas de un gran gato.
Numerosos casos se han dado de ataques a animales de presa como ciervos, corzos, ovejas e incluso caballos, varios de estos cuerpos, han sido analizados por expertos para determinar qué tipo de animal provocó estas muertes. La población culpó enseguida a los perros asilvestrados y raramente a los lobos de estas muertes. Pero después de un exhaustivo examen a los cadáveres, los científicos demostraron que habían sido provocados por grandes felinos.
Hay dos teorias al respecto de esté caso, la primera es la de los que creen que estos animales son producto de cruces naturales de distintos tipos de grandes felinos en libertad en los campos ingleses. La otra sugiere que son animales creados mediante ingeniería genética y que fueron liberados voluntaria o accidentalmente a la campiña británica.
Ultimas huellas de los Gatos Grandes.
Peter Ward, un agricultor de Wirksworth, ha descubierto la huella de un gran felino en su huerto después de varios ataques a su ganado durante el pasado mes. La impresión tiene un tamaño de 9 centímetros de longitud y está perfectamente definida.
Nigel Spencer, de la Sociedad de Grandes Felinos de Gran Bretaña, afirma que podría tratarse de un puma, un leopardo negro o incluso un lince. El Sr. Spences lleva investigando a los grandes felinos, también conocidos como “Gatos Grandes” o “Alien Big Cats”, desde comienzos de la década de 1990, y hasta el momento ha recogido decenas de pruebas y testimonios de la presencia real de estos grandes felinos no catalogados en Gran Bretaña.
“Creemos que estos grandes felinos han sido liberados muchas décadas atrás, los cuales han sabido adaptarse y reproducirse en la zona conocida como Derbyshire, entre otras. Ahora tratamos de averiguar su número, donde se encuentran y como sobreviven” expresó Spencer
El Sr. Ward, contrariado por la huella decidió buscar impresiones iguales en internet y llego a la conclusión de que se parecían mucho a las huellas de un puma.
“Cuando encontré la huella me sorprendí, pero no por la huella sino porque unos metros antes había descubierto una puerta de acceso totalmente destrozada. Cuando me acerque creía que todo el ganado habría huido por la carretera, pero cual no fue mi sorpresa cuando constate que no habían intentado huir, sino que estaban todos arrinconados en una esquina muertos de miedo. Al inspeccionar la zona encontré esta huella, pensé que era de un perro, pero luego me di cuenta de que pertenecía a un gran gato”. Dijo el Sr. Wart.